Escrito por: Tere Díaz
Tiempo de lectura: 4 minutos
Para finalizar esta serie, te daré los últimos consejos para enfrentar una situación en la que -voluntaria o involuntariamente- te atrae otra persona teniendo pareja. Quizás durante el enamoramiento -en la burbuja en la que “tu y yo somos uno mismo”- toda la energía psíquica y sexual queda canalizada en el ser amado y “no tienes ojos” para nadie más; pero pasado el tiempo y el enamoramiento, la atracción por otras personas puede aparecer…
Entonces, ¿qué hacer si te atrae otra persona teniendo pareja? Aquí la continuación de mis consejos:
- Cuestiona si viene de la carencia o de la potencia. Los temas de carencia se resuelven detectando y asumiendo lo que te falta (o faltó), aceptándolo y promoviéndolo para ti. La energía de potencia se canaliza enfocándola en actividades y proyectos que sumen en la vida.
- Si “persisten las molestias” de forma invasiva, y quieres continuar con tu pareja, intenta resolverlo en el plano “del juego”. Las fantasías son una importante fuga de tensión sexual; hay parejas que hasta escalan sus rituales amorosos a prácticas más transgresoras.
- En caso de que siga la “comezón”: aléjate y corta del todo el contacto con ese tercero, o cuida tus acercamientos en caso de que no lo puedas controlar.
- Si “persisten las molestias” de forma invasiva, y no quieres continuar con tu pareja, actúa coherentemente y ten una conversación clara, sin necesidad de hablar de tu atracción hacia otros.
- En caso de que siga la “comezón” (y la persona no es de tus círculos cercanos) que alguien te acompañe a explorar, CON EXTREMO CUIDADO, cierto flirteo virtual que dé desahogo a una fantasía más que a una realidad. Hay mini encuentros que realmente apagan la “llamarada de petate”.
- Si nada de esto te funciona, y no quieres caer en tentación, consulta a un terapeuta que te apoye a entender, acomodar, y transicionar esta etapa que, si bien es inquietante, también es agotadora y puede arruinar una relación valiosa.
Y recuerda, lo he dicho muchas veces: uno se casa o empareja con la persona que ama, con quien comparte un proyecto suficientemente sólido y con quien tiene un acoplamiento bueno en muchos sentidos, pero el deseo no se casa con nadie. Entonces, antes de meter la pata reflexiona sobre las acciones que debes de seguir para no herir a los involucrados en esta situación.