Reglas de oro en la sexualidad.
Escrito por: Tere Díaz
Tiempo de lectura: 5 minutos
Los comportamientos sexuales y las decisiones tomadas en esta área de la vida son profundamente individuales; cada uno debe tomar su propio camino dependiendo de sus valores, personalidad, antecedentes, experiencias y principios personales los cuales dirigirán su camino. El primer reto en el área sexual es descubrir qué es adecuado, constructivo, deseado y oportuno para la persona.
Algunas personas pagan precios emocionales muy altos porque experimentaron con conductas que no eran compatibles con su forma de ser, sus principios y sus valores. La libertad sexual te permite hacer lo que quieres, no lo que debes, descubriendo tu naturaleza sexual y manejándola constructivamente.
Sin embargo hay que tomar en cuenta que en ocasiones tanto hombres como mujeres nos inhibimos:
- Porque, por diversas razones, no queremos salir lastimados.
- Porque se nos considere o nos consideremos a nosotros mismos inmorales.
- Por temor a mostrar ignorancia o incompetencia durante el acto sexual.
Crecer sexualmente revisando estos puntos favorece una mejor vida sexual y también fomenta el crecimiento personal y emocional.
Aplicar las reglas de oro en la sexualidad y confiar que el adulto con el que nos relacionamos también lo hace, permitirá ejercer una sexualidad libre y satisfactoria. Antonio Bolinches en su libro Sexi Sabio sugiere:
- Haz todo lo que quieras.
- No hagas nada que no quieras.
- Siempre desde el deseo previo.
- Y de acuerdo con la propia escala de valores sexuales.
Cabe hacerse las siguientes preguntas ya que en ocasiones dudamos de la licitud del comportamiento sexual:
- ¿Tengo clara mi escala de valores sexuales?
- ¿Lo que hago lo hago porque me gusta a mí o a mi pareja?
- ¿Lo que no hago es porque no me gusta o porque de acuerdo a las convenciones sociales no debo permitírmelo?
Es importante distinguir los principios de los prejuicios (colisión entre el instinto y la moral), así como mi gusto personal de la necesidad de agradar. Las reglas de oro refuerzan la autonomía y potencia el sentimiento de singularidad; además, facilita el logro de la compatibilidad.
Dimes y diretes de la sexualidad… de las mujeres.