11 preguntas que debes hacer antes del SÍ. Parte 1

Escrito por: Tere Díaz

Tiempo de lectura: 5 minutos

 

Si bien en pleno siglo XXI la apertura a nuevos y variados modelos amorosos es la constante, generalmente, nuestras formas de amar se acaban concretando y viviendo en lo que llamamos matrimonio. Y antes de llegar a esto, hay una serie de preguntas que debes hacer antes del definitivo.

 

Te pueden guiar en la elección de un mejor cónyuge:

1. ¿Está excesivamente pegado a su mamá o papá? Si sí, acabarás siendo una segunda madre y, además, vas a rivalizar con sus verdaderos progenitores. Considera que alguien que nunca suelta el rol de “hijo parental”, siempre va a dar prioridad a la relación con su familia de origen que a la nueva relación de pareja. Ahora, si lo que buscas es seguir siendo hija de familia, suplir las carencias de tus propios padres, o bien “subir tu autoestima” compitiendo por ser una “mejor cuidadora” que sus papás, elegir a alguien que tenga “mamitis o papitis”, te lo permitirá lograr.

 

2. ¿El sexo es malo, pero consideras que lo sexual no es importante para durar? El acoplamiento sexual, como sea que cada pareja lo viva y lo pacte, es importante en la vida amorosa. Los humanos somos la especie que somos porque nos vinculamos con otras personas, y el buen sexo es un “pegamento vinculatorio” por excelencia. La sexualidad se vive de muchas formas y además se transforma en el tiempo porque cabalga con las experiencias de vida. Pero una pareja que se disfruta sexualmente, que se vive mirada y atraída por el otro, buscará caminos para sobrevivir y resolver. No solo de sexo vive la pareja, pero sin sexo, ¿para qué vivir en pareja?

 

3. ¿Tiene trabajo y autonomía económica? Elige a alguien que asegure su autonomía. Sin dinero propio tu pareja, no solo tendrá que someterse a tu bolsillo y a tus decisiones, sino que cargarás con él. Quizás en un principio, en medio del revuelo del enamoramiento, vivirán su dependencia como “bendición” o “buenaventura”, pero al poco tiempo viene la asfixia, limitaciones o sensación de ser usada(o) o controlada(o). Además, si la relación no funciona, la falta de dinero dificultará salir de ella bien librado.

 

4. ¿Trata bien a los extraños? Elige a alguien que trate bien a los extraños, sobre todo a personal de servicio o cualquiera por debajo de su línea jerárquica. Tarde o temprano te tratará como trate a esas personas. El modo de relacionarse con los demás es una pauta de comportamiento a su común modo de proceder y aun siendo su pareja, formas parte de “los demás”.

 

5. ¿Te cela por amor? Los celos se dan en el territorio del amor, pero no son amor. Al principio de una relación los celos puede que tengan un toque de diversión o de interés, pero la vida será un infierno al cabo de poco tiempo. El celoso quiere certezas, control, y el amor es intercambio, no posesión.

 

6. ¿Ha mentido consecutivamente y promete no volverlo hacer? Quizás uno de los mayores dolores de cabeza en las relaciones amorosas es el tema de las mentiras, antesala de las traiciones. Las mentiras suelen deteriorar la confianza, y una pareja que no sostiene entre sus miembros un grado básico de confianza, no logra subsistir. Cuidado con alguien que tergiversa información, omite datos importantes y niega evidencias. La mentira constante, manipuladora, agresiva, es símbolo de abuso y de inmadurez. Jamás podrás soltar el cuerpo con alguien que no sabes realmente qué piensa y en dónde está.

 

Con esto concluimos la primera parte de la reflexión que propongo frente al tema de las parejas que están por casarse. No te pierdas el próximo post, en el que finalizaré la lista de preguntas que debes de considerar antes de dar el sí a la persona que amas.

 

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