¿Qué pasa con los solteros en Navidad?, en este artículo te comparto algunas ideas sobre este tema.
Escrito por: Tere Díaz
Tiempo de lectura: 6 minutos
Pareciera que la Navidad recrudece los agobios, resentimientos y melancolías de las personas solteras, y favorece los señalamientos, conmiseraciones y prejuicios hacia ellos, venidos sobre todo de las personas casadas. Eso de pensar que las fiestas decembrinas “son mejor en familia” es un mito más que se ha venido acumulando ancestralmente.
No estoy en contra de pasar la Noche Buena con “mamá y papá” o con el “amor de tu vida” o con tus adorados hijos si los tienes, ¿pero por qué asumir que si eso no ocurre es motivo de desgracia?
Hoy vivimos más años, y con ellos más vidas en la misma vida. Las personas, en nuestros distintos ciclos vitales, podemos diseñar experiencias diferentes y también fiestas, más aún si en el correr de los años hemos migrado de un estado de pareja a una vida de soltería. No hay duda que todo cambio implica ajustes, duelos, retos, pero de ahí a dar el salto a la tragedia, es una cosa muy distinta.
Las fiestas decembrinas
Las fiestas de diciembre, así como el festejo del año nuevo, pueden ser oportunidades interesantes y estimulantes para crear nuevas alternativas de descanso y disfrute, desde un autofestejo con champage, chimenea y películas a granel, hasta encuentros insólitos en espacios inéditos con personas inesperadas (¿no suena bien?).
Es así como las personas solteras tienen una posición difícil –en tanto que encabezan una transformación social que ofrece posibilidades nuevas y poco conocidas-, al tiempo que en ninguna época hubieran podido tener un mejor lugar: la libertad de ser soltero y de crear el propio camino “hecho a su medida” es cada vez más accesible en estos días.
A pesar de todos estos avances, la sociedad en general –y particularmente en celebraciones concretas como son las Navidades- sigue definiendo a las personas solteras de forma negativa en términos de lo que no tienen, que es “una pareja formal”, y de pasada un árbol de navidad tradicional y una familia nuclear intacta, con todos sus integrantes portando gorrito de Santa Claus.
Si pensamos por ejemplo en el término “unmarried” = “no casado”, vemos que se define “soltero” a través de una negación: “no casado”, como si el ser una persona casada fuera el estado natural humano y la soltería un estado fuera de lo normal.
¿Y el matrimonio?
También el matrimonio sigue siendo considerado “la medalla de oro” si de estados civiles se trata: de manera sutil o explícita, domina la idea de que es “mejor” estar casado que estar soltero, esto con base en la popularidad de los discursos que privilegian la vida matrimonial y el calor del hogar tradicional.
Pareciera que a la hora de festejar, aún las parejas más infelices se dan a la tarea de hacer de su fallida relación la apoteosis de la satisfacción: regalos, pavo, villancicos, arbolitos de diversos tamaños, renos y enanitos llenan el hueco de una vida conyugal.
Ante esta realidad de desprestigio del soltero, Bella DePaulo –socióloga y escritora egresada de Harvard- acuñó el término solterismo. DePaulo afirma que el solterismo denota de forma directa a la gente soltera y a las formas en que son discriminadas, marginadas y estigmatizadas.
Esto sólo señala la mitad del problema, nos dice DePaulo, la otra mitad es la glorificación que se hace del matrimonio y de la vida en pareja, especialmente en las diversas versiones de “Tú eres mi todo”. A esto le llamaremos, siguiendo a DePaulo, matrimanía.
La soltería genera estereotipos y éstos generalmente se basan en prejuicios.
Sin embargo, si reflexionamos a consciencia los estereotipos -y los mitos derivados de ellos-, que integran el solterismo, descubriremos que son por demás simplistas. Cada uno de ellos omite e invisibiliza la diversidad de vidas que integra la soltería, en tanto que se piensa que todos los solteros son iguales.
Lo mismo podríamos decir sobre las nuevas formas en que solteros y solteras se atreven a descansar y a celebrar.
Por todo esto, en estas fechas, permítete:
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- No pensar que la vida de pareja es la norma.
- No idealizar la vida en pareja.
- Superar la imagen “negativa” que en algunos contextos aún tiene la vida individual.
- Explotar el valor de la interioridad que se da en la individualidad.
- Cuestionar el malestar que genera pensarse como “defectuosos”: “estoy solo porque soy raro, o porque no me sé relacionar”.
- Descubrir la energía y la inspiración que produce la vida en soltería.
- Valorar la realización profesional que da significado a tu propia existencia e impacta benéficamente a la sociedad.
- Dudar de los terapeutas y consejeros que prescriban encuentros frenéticos que impidan disfrutar tu soledad.
- Valorar tus redes sociales como relaciones entrañables y significativas.
- Diferenciar soltería de celibato. Una sexualidad más abierta no es sinónimo de promiscuidad y de frivolidad.
- Reconocer la trascendencia de tus acciones en la vida familiar, cultural, política y económica.
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¿Qué ocurriría si los solteros preparáramos estas próximas fiestas en estado de soltería? Si estás cansado de ser el solo o la sola del festejo navideño, si tus allegados tienen planes familiares y te quieren forzadamente integrar, si tus parientes casados quieren enjaretarte al ancestro solitario para que ellos puedan viajar, cuestiona qué quieres de las próximas fiestas.
A los hijos, a los padres, a los hermanos, quizás tienen planes que no te motivan y sin duda cabe la posibilidad de festejar con ellos otros eventos el resto del año. Tal vez en estas vacaciones se abren oportunidades diferentes para celebrar tu soltería, para afirmar tu etapa de vida y para hacer honor a tu soltería: ya sea contigo mismo, ya sea con otros que quieran celebrar contigo la conquista que esta etapa implica.
¿Qué más podemos hacer?
Atrévete a tomar la decisión, piensa en un festejo diferente y celebra tu soltería, recuerda que la individualidad no es sinónimo de aislamiento. Permítete finalizar este año dando un giro total a tus paradigmas. Valórate y diviértete.
¡A tu salud!
LA SOLTERÍA NO ES LA MADRE DE TODOS LOS VICIOS
Para todas y todos los que viven deprimidos y agobiados por no tener pareja, les vamos a dar luz.