Buena crianza fuerza interior.
Escrito por: Tere Díaz
Tiempo de lectura: 5 minutos
Si bien hemos ganado muchísimo en tema de derechos humanos que preservan la integridad de los infantes, también hemos perdido la capacidad de enseñarles a capotear el sufrimiento y a desarrollar una voluntad tórrida, que les permita afrontar los desafíos que cualquier vida presenta.
Los grandes temores de los seres humanos, citando a Sigmund Freud, son el caos, el ataque y la pérdida o abandono, todos hoy juntos y revueltos por el tema del Coronavirus.
No hay duda que los pequeños, grupo particularmente vulnerable, vive esta experiencia también.
Te invito a que esta cuarentena les enseñes a salir fortalecidos con algunas estrategias de afrontamiento, que podrán utilizar en cualquier reto y etapa de su vida.
No olvides que lo que menciono son orientaciones generales que hay que adaptar a cada niño, de acuerdo a su personalidad, su edad y sus circunstancias.
Aquí te van algunas sugerencias:
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Favorece el desarrollo de hábitos.
Establecer actividades y tareas concretas que se han de acometer día a día permite la construcción de rutinas que faciliten la vida de nuestros hijos.
2. Fomenta su autonomía.
Actividades como aprender a hacer la cama, abrocharse la agujetas y preparar algo de su comida, pueden generarles sentido de competencia personal, experiencia de logro y sin duda mayor autonomía.
3. Intercala actividad física y mental recreativa.
El adicionar, a manera de juego, actividades – que pueden ir desde subir y bajar escalones tomando el tiempo para “romper records”, poner música y bailar, hasta tener rompecabezas en ciertos momentos del día – son maneras de generar recursos de autocuidado, descanso y distracción, y al mismo estimular su cuerpo y su mente.
4. Habla de sus y de tus emociones.
No siempre son necesarias intensas terapias ni “rondas de sinceridad” para integrar en la comunicación el mundo emocional.
Preguntar “cómo te sientes”, “qué le está pasando ahorita a tu corazón”, así como relevarle tus experiencias afectivas, les permite conactar con sus sentimiento y emociones, expresarlos, y – con tu ejemplo – aprender a manejarlos mejor.
Es probable que el enojo, el miedo y la tristeza salgan a escena: deja que los expresen y ayuda a que los procesen.
5. Deja que se aburran.
Es imposible mantener a nuestros hijos divertidos todo el día.
El aburrimiento es la emoción de la no emoción.
Aburrirse sin demandar y sin quejarse es un aprendizaje valioso que les permitirá tolerar la frustración, aprender a esperar, posponer la gratificación y, en una de esas, explotar su capacidad de creación. Todas estas son habilidades de gran valía para forjar el carácter.
6. Irrumpe con alguna novedad.
Introducir un elemento sorpresa anticipando con un “a las 8 les tengo una sorpresa”, crea ilusión e incertidumbre.
La novedad puede ser tan sencilla como comprar colorantes comestibles y dejar que cada uno elija el color que pondrá a su vaso de leche esa noche.
7. Cancela de tajo los malos tratos.
La violencia no se justifica bajo ninguna circunstancia.
8. Conéctate con ellos.
Si logras activar los puntos anteriores tendrás los ingredientes suficientes para que cada día sea de conexión y no de enojos y represión.
La conexión genuina genera intimidad, la intimidad fortalece los vínculos, y los vínculos fuertes son el mejor antidoto de la ansiedad, emoción que anda suelta durante esta cuarentena.
Pareciera que todo esto esto obvio y de sentido común, pero por lo mismo, fácilmente lo olvidamos.
Este 30 de abril regala a tus hijos una forma de relación que les ayudará durante el encierro y por sobre todo, durante toda la vida.