Escrito por: Tere Díaz
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Siguiendo por el camino de la conmemoración de la no violencia de inicios de octubre, esta vez quiero hablar de cómo la violencia contra las mujeres no se limita únicamente el ámbito de la pareja, para caminar hacia la equidad tenemos que considerar, que se presenta en cualquier contexto y cualquier etapa de la vida de una mujer.
Datos que seguramente te dejarán reflexionando sobre la violencia contra las mujeres:
1. Cuando en una población hay hambruna, mueren más mujeres que hombres, ya que se privilegia la repartición de alimentos para ellos, basándose en ideas culturales de privilegio.
2. La trata de personas y la prostitución forzada, sobre todo en el caso de menores (aunque no exclusivamente), se da principalmente en niñas y mujeres; pocas veces en niños. No existe evidencia de este tipo de sometimiento en hombres adultos.
3. La ablación del clítoris, conocida como “circuncisión femenina” o mutilación genital femenina, es una práctica que se da con bases culturales y religiosas, sin sustento médico. Sucede en lugares de dominación patriarcal, en los que son los hombres quienes deciden por las mujeres, imponiendo sometimiento y obediencia.
4. En muchas culturas se obliga a las niñas a contraer matrimonio con hombres adultos (como en las Sierras mexicanas) a cambio de una remuneración económica para la familia, como una venta. Esto no sucede con niños, ni con mujeres adultas.
5. En el ambiente laboral, el acoso sexual es mayormente hombres a mujeres, abusando de su posición de privilegio -son los jefes-, o entre colaboradores; el riesgo para la mujer si denuncia o se inconforma, va desde el desprestigio hasta la pérdida del trabajo.
6. El acoso callejero, es decir, los “piropos”, comentarios y/o miradas lascivas, toqueteos o manoseos en la calle, espacios públicos y medios de transporte, se dan de hombres a mujeres y surgen de la idea de que el hombre, por ser hombre, tiene el derecho a invadir el espacio privado de una mujer, solo por el hecho de ser mujer.
7. La violación sucede de hombres a mujeres. En contadas ocasiones ocurre una violación de hombres adultos a otros hombres, cuando esto sucede es en contextos específicos -como el ambiente de prisión-.
Violencia por su nombre
La cultura de poder machista, los mitos o creencias hacen todavía hoy difícil que podamos ver y nombrar todas estas violencias contra las mujeres, en especial el hecho de que por siglos la violencia de género no fuera visible –incluso hubo resistencia para que se legislara, bajo la justificación de ser un asunto privado–.
La violencia es un tema que debe nombrarse, hablarse y trabajarse. Se expresa en diversas culturas, en el ámbito político y económico, en estratos sociales, pero también se expresa en nuestra vida directa o indirectamente, en nuestra pareja, familia y vida laboral, incluso en nosotras/os mismas/os.
Ya el propio Mahatma Gandhi lo dijo, “No hay camino para la paz, la paz es el camino”. Este día y los que vienen pregúntate, ¿Qué puedes hacer hoy para construir la paz de la que hablaba Gandhi?