Todos nos hemos topado con el desespero de no poder sacar de la cabeza una situación que vivimos o de que una obsesión nos haga vivir preocupados por el futuro.
Pues bien, la rumiación mental o pensamiento rumiante consiste en dar vueltas y vueltas sobre una misma cuestión sin encontrarle solución. Son ideas obsesivas que se repiten una y otra vez y colonizan nuestra cabeza; elaboraciones en bucle que no generan una reflexión fructífera porque la mayoría de las veces nos lleva a conclusiones a medio elaborar.
Además, la rumia mental hace revisar lo sucedido muchísimas veces, pensando en qué hubieran dicho y no dijeron, así como reprocharse qué hubieran dicho si hubieran sabido lo que ahora saben, imaginando finales que ya no se dieron.
¿Por qué se caracteriza la rumiación?:
- Ser parcial: no incluye todo el mapa.
- Ser pesimista: se centra en pensamientos negativos.
- Ser intrusiva: se cuela aunque no queramos.
- Ser inútil: no sirve para resolver.
- Generan pasividad: sustituye la solución real.
- Distorsión cognitiva: giros hipotéticos que no van a suceder.
- Componentes desadaptativos relacionados con depresión y ansiedad.
¿Quién lo hace más?:
De acuerdo con el Cognitive Therapy and Research da cuenta de una brecha de género: establece que las mujeres son más proclives que los hombres a “rumiar” con su círculo más cercano. Las mujeres comparten más intimidad que los hombres, que suelen hablar más de hechos y acontecimientos que de sus emociones.
La ansiedad
Toma en cuenta que la rumia puede estar relacionado con de uno de los males más grandes que aquejan a la humanidad: la ansiedad galopante que nos genera nuestro mundo acelerado.
Francamente, no es para menos, el cambio constante, la incertidumbre permanente y las altas exigencias de un mundo globalizado, tecnológico y digital nos impone marchas forzadas y estados sostenidos de estrés.
Si la rumia mental ocurre en la madrugada y no puedes dormir, considera leer este otro artículo donde te explico ¿Cómo aliviar mi ansiedad?, para que profundices en este tema.
Si la rumia mental no se detiene y está acompañada de una ansiedad permanente.
Cómo SUPERAR la DEPENDENCIA emocional – Tere Díaz Sendra y Marco Antonio Regil