¿Puede ser útil el resentimiento? El resentimiento, así como otros sentimientos, pueden sernos o no de utilidad. Vamos a ver.
Escrito por: Tere Díaz
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La gestación, instalación y sostenimiento del resentimiento no se da de la noche a la mañana. Veamos cómo se construye y se asienta en la vida de las personas.
Cuando vives resentido con alguien, consideras que todos tus problemas tienen que ver con la conducta del otro, y nada con tu actitud ante los desafíos que la vida siempre presenta.
Para que el resentimiento sea útil, tenemos que reconocer que se divide en etapas.
Las etapas del resentimiento
- Etapa aguda: consiste en la experiencia original del daño en el presente, con el consecuente temor, ira y sufrimiento por hechos ocurridos con anterioridad. Los sentimientos son caóticos y confusos, hay un rechazo a aceptar lo ocurrido.
- Etapa de indagación: las emociones y sentimientos desagradables se acentúan y baja la confusión al definir quién, cómo y cuándo nos ha lastimado. Se recogen pruebas, se fundamentan las percepciones, y se sentencia la culpa del agresor sin ninguna auto reflexión sobre lo ocurrido.
- Etapa crítica: se rigidiza la interpretación de los hechos, la persona sobre generaliza la ofensa y el daño culpando a todos los que presentan características similares al evento original. Se reorganiza la vida con base en el recelo y hostilidad de la visión adquirida por la ofensa recibida.
Por otro lado, el resentimiento procesado también nos permitirá hacernos más conscientes de las propias necesidades, deseos, intereses y valores, y desarrollar la capacidad de expresarlos, honrarlos y hacerlos valer.
En tanto que, el resentimiento aquilosado como substituto de la acción madura no sirve de nada. Hay quienes viven la vida entera prensados de una queja permanente que los “exonera” de actuar en pro de sus deseos y necesidades; este es un camino sustituto de la genuina recuperación.
Revisar con conciencia lo que nos mantiene resentidos nos llevará al reconocimiento de lo vivido y a elegir alguna de dos salidas:
- si en efecto se vivió un evento doloroso, injusto o traumático que sigue haciendo estragos en nuestra vida, hay que procesarlo.
- si se tiene una personalidad tendiente al resentimiento, el trabajo será aprender a reinterpretar las experiencias vividas que hemos magnificado o significado incorrectamente.
En ocasiones se opta por el resentimiento por no sentir el dolor inevitable de pérdidas y lastimaduras recibidas a lo largo de nuestra existencia: no podemos ser juzgados por lo que sentimos, pero sí por lo que hacemos con aquello que sentimos, de ahí la responsabilidad de tomar acción.
El resentimiento será útil en tanto nos permita reconocer violaciones a nuestros derechos y nos impulse a tomar acción para denunciarlos, sanarlos, y evitarlos en el futuro.
Tere Díaz comparte los hábitos para ser feliz | Montse & Joe | Unicable