¿Por qué el morbo que nos atrae tanto?

Todos decimos sentir rechazo ante el sensacionalismo o morbo, pero en el fondo (lo aceptemos o no) hay cosas y situaciones que no podemos dejar de mirar. ¿Por qué nos atrae tanto el morbo?

Según diversos especialistas, existe algo primario que nos empuja a ello. Lo escabroso (morboso) tiene una cota de intensidad que no tienen otras cuestiones, por ejemplo: en la carretera cuando pasamos junto a un accidente o al mirar imágenes violentas en la televisión o escuchar noticias de última hora. ¿Será que es intensidad a algunos les da la experiencia de estar vivos? O bien ¿de que no son ellos los que están en desgracia y así olvidan los “pequeños retos” que debieran de resolver en las propias vidas? 

Es común escuchar que la desgracia ajena es mejor que la propia. Parte de lo que nos empuja a mirar lo escabroso es averiguar lo que ha pasado y darnos cuenta que no hemos sido nosotros…. Y eso consciente o inconscientemente nos genera una sensación de alivio.

Esto sin negar que también podríamos ver también el lado positivo de “ser morbosos o morbosas”: estar en estado de alerta para salvaguardar nuestra seguridad. 

El placer de hacer lo prohibido y romper las reglas 

Hablar y hacer lo prohibido por la sociedad, es decirlo los temas tabú, es otro motivo que explicaría la atracción que nos producen los sucesos escabrosos o morbosos. Eso que nadie más hace, no hacer sentirnos liberados e incluso genera cierto placer, es el placer de romper las reglas y hacer “lo prohibido”. 

Información es poder

Pero más importante que conocer la información es lo que hacemos después con ella. ¿Me la guardo o la cuento? La contamos, porque nos gusta figurar, llamar la atención, ser dueños del último dato y que nos escuchen. Llamar la atención, sentirnos poderosos, y aquí se suma otro punto a considerar si de morbo y chisme hablamos: la aceptación social.

También nos gusta el “chisme” y lo escabroso porque buscamos “ser parte del club”, sentirnos incluidos. Es decir, nos informamos para poder hablar de ello. Le damos más importancia a aquello que creemos que la mayoría hace. Sin embargo, no todas las sociedades y círculos sociales son iguales: hay sociedades mucho más suaves y mientras otras son profundamente más morbosas.

Educados para el morbo

Si bien, los seres humanos somos viscerales lo cierto es que en sociedades como la nuestra, los medios y redes sociales nos están educando para que nos sintamos atraídos por lo escabroso. El papel que juegan los medios de comunicación a la hora de sobredimensionar un suceso para competir entre sí y generar más audiencia es fundamental. Lo importante está en saberlo y ser nosotros quienes contrólenos los contenidos que vemos y no morbosidades que nada nos dejan, a nosotros. 

No hay duda que todos tenemos una faceta pública que todos conocen, una privada que compartimos con unos cuantos, y otra íntima que a veces, ni nosotros mismos, entendemos. Esta última la escondemos o callamos por pudor, pero cuando alguien manifesta algo de ese mundo contradictorio y ambivalente que habita en nuestra intimidad, podemos sentir también alivio al descubrir, que a fin de cuentas, todos estamos hechos de la misma pasta.

Y tú, ¿te consideres morbosa o moroboso? Cuéntame, pues aunque lo neguemos, lo cierto es que todos lo somos un poco. ¿O me equivoco?

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