¡Cuidado con los intensos!

El tema del amor -por exceso o por defecto– se ha convertido en un tópico de preocupación fundamental en nuestra época. No te líes si notas estas señales

Escrito por: Tere Díaz

Tiempo de lectura: 5 minutos

Muchas veces “intensear” es algo que sucede cuando estamos conociendo a la persona con quien queremos hacer pareja, pero es indispensable que observes si la “intensidad” viene de ti o de la otra persona.

No te líes si…

  • Frenéticamente deseas o desea encontrar el amor, sin tomar en cuenta que el sujeto amoroso es compatible contigo.
  • Insistes o insiste vehementemente en una conquista sin tomar en cuenta si la relación con esa persona es viable.
  • Eliges o ha elegido a personas que requieren de tal centralidad – mediante conductas egocéntricas y narcisistas excesivas -,

que demandan de un protagonismo incesante aunque ello pueda implicar herir o desatender al ser amado.

  • Observas que eres o es incapaz de autocrítica acusando a los demás, desplazando en ellos las propias culpas y

responsabilidades como también comprender los propios defectos pero ser intolerante con los de la pareja.

¡Cuidado con los intensos!

Ojo Si

  • Sufres o sufre una necesidad excesiva de complacer al otro sin ponerle los límites necesarios en detrimento de las propias necesidades y deseos. 
  • Experimentas miedo o te ha expresado que tiene miedo constante de perder al ser amado y ansiedad ante su ausencia. Contar con un equilibrio emocional precario y requerir desmedidamente del otro para alcanzar una estabilidad básica.
  • Expresas o te ha expresado el deseo de cambiar al otro – a través de la insistencia, la súplica o la amenaza –  y darse a la tarea de que “el amor” lo mueva a donde uno necesite antes de cambiar uno mismo o moverse de dónde no se podrá construir un amor.

También ten cuidado si

  • Notas que exige o bien, exiges más – afecto, atención, servicios, dinero, etc. – del que se da.
  • Tienes o tiene un alto nivel pasional – correlacionado con la necesidad afectiva –

lo que da pie a una sexualidad compulsiva sin importar la calidad de la misma.

  • Aparece la necesidad de celar al ser amado, por ti o bien, te cela. Y sí, los celos se dan en el territorio del amor pero no son derivados del amor.

Hay una idea romántica respecto a “celar es amar”, pero esta idea alimenta la creencia de que si su pareja no es “algo” celosa es porque no los quiere de verdad.

  • Realizas o bien, notas que tiene conductas de abuso, violencia y maltrato que ponen en riesgo la integridad física, emocional y social, cuando no también la económica y patrimonial.

Como parte de la vida, el amor tiene un lado frustrante, lo cual muchas veces lleva a refugiarse en oasis artificiales, tomando acciones de evasión. Es importante trabajar en tu resistencia a la frustración.

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