Cáncer de mama y mi familia…

Mi madre murió de cáncer hace 40 años, cuando yo tenía 22… Tras 5 años de lucha contra la enfermedad: una mastectomía, una extirpación de pulmón y varias quimioterapias, le llegó la muerte…

Escrito por: Tere Díaz

Tiempo de lectura: 5 minutos

Soy la mayor de una familia de 4 mujeres, – y si bien atravesamos con dolor pero airosamente, su enfermedad, su muerte y el duelo por su ausencia, el paso de los años me confirma que el tema del cáncer ronda a mi familia con una presencia incómoda, confusa, que si bien no ha vuelto a hacer aparición, tampoco nos deja descansar del todo …

Y no es que el resto de las mujeres ignoren que tal enfermedad ha proliferado en la sociedad actual, – debido, entre otras cosas, al aumento de las expectativas de vida en la mujer -, sino que no es lo mismo saberlo o verlo en otros, a vivirlo y tener que acompañarse del asunto a lo largo de la vida.

No puedo negar que también los avances científicos han aumentado las probabilidades de prevención, detección temprana y tratamiento oportuno; sin embargo, cada vez que escucho a una mujer externar que ha sido presa de este padecimiento, un escalofrío recorre mi cuerpo, y al tiempo que descubro con fortuna, que cada vez más mujeres lo desafían, lo vencen y continúan victoriosamente la vida.

¡Pero es que el efecto de la vivencia es fuerte y la huella aunque es manejable no deja de ser indeleble!
Mucho se ha escrito y hablado sobre este enfermedad: a nivel físico y a nivel psicológico.

El tratamiento del cáncer de mama requiere, casi en todos los casos, de una cirugía más o menos mutilante; esta intervención, desde el punto de vista estético, conlleva, -además del estrés de una recaída física, del temor a la exposición a otro tratamiento, y del riesgo de muerte-, un impacto en la imagen corporal y en la sensación de gusto por el propio cuerpo de quienes la padecen. Si el tema de la autovaloración no se maneja de manera oportuna, su efecto negativo se dejará sentir en la manera en que estas mujeres se relacionan con ellas mismas y con su entorno social.

¡Ni hablar de los efectos psicológicos!

Si bien la mayoría de los estudiosos del tema explican que los sufrimientos emocionales efecto del cáncer de mama dependerán de la edad, la personalidad, los valores personales, y del entorno familiar, laboral y social de la paciente, casi todos de igual manera coinciden en que las mujeres afectadas enfrentan el desafío de desarrollar un estilo de afrontamiento que les permita valorar el incidente de manera proactiva para aminorar los efectos psicológicos de dicha experiencia.

Las mujeres que fracasan en un afrontamiento positivo experimentan sufrimientos que incluyen con frecuencia ansiedad, insomnio, vergüenza, sentimientos de inutilidad, subvaloración personal y depresión.

Esto tiene un impacto en su bienestar personal y en sus relaciones familiares, laborales y sociales, destacando de igual manera la preocupación de la transmisión hereditaria a las hijas…

Y es aquí donde destaco, desde la experiencia personal y la experiencia compartida con mis hermanas, la preocupación de portar esa herencia perniciosa: charlas entre nosotras sobre tratamientos para prevenirlo, estudios para detectarlo, y alimentos para ahuyentarlo.

Años y cumpleaños haciendo comparaciones: “¡ya cumplí 3 años más de vida que mi madre!” digo yo, “¡me acerco a la edad en que se lo detectaron!”, comenta Gaby, “creo que si sigo con éste estrés me voy a enfermar”, afirma Maru, y “¡el doctor me dijo que vuelva a revisión en un año, pero yo regreso antes!, nos cuenta Pupi…

Para bien, porque nos cuidamos, y para mal, porque nos preocupamos, el cáncer de mama, toco a nuestra familia y dejó huella… y con suerte, como en el caso de “nosotritas cuatro”: nos acerca, nos da “cuerda” para cuidar unas de otras, nos habilita para ser sensibles a quienes lo viven en carne propia, y nos recuerda a cada momento que estamos sanas y que estamos vivas…

Cáncer de Mama. Información General

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