¿Eres suficiente? Este es el síndrome del impostor

…Tiempo de lectura 2 minutos

Estamos de acuerdo que Michelle Obama y Albert Einstein son dos personas admirables, y aún así ellos batallaron por creer en sí mismos, no precisamente porque tuvieran una baja autoestima, sino porque, como tantas otras personas padecían el síndrome del impostor. Una afección que se caracteriza por un conjunto de síntomas psicológicos que nos impiden reconocer nuestros logros como propios.

Es difícil identificar las causas, ya que hay más personas que lo han experimentado que las que no; de ahí que haya una controversia sobre llamarlo “síndrome”. Sin embargo, lo que si se sabe es que sentirse un impostor tiene que ver con la percepción que se tenga respecto del éxito o del fracaso.

¿Cómo identificarlo?

¿Alguna vez han sentido que no merecen sus éxitos y que la gente que los rodea va a descubrir que en verdad no son tan bueno? Si la respuesta es sí, es probable que lo parezcas. Ojo este no es el único síntoma que tienen los falsos impostores, también están: renuencia a aceptar cumplidos o críticas constructivas, búsqueda de la perfección, necesidad de ser él o la mejor, y ansiedad frente a situaciones de fracaso.

Evidentemente no es agradable sentirse así, sobre todo cuando estos sentimientos se vuelven crónicos, por lo que ante cualquier malestar siempre es recomendable acudir con un profesional de la salud mental, porque a pesar de que es un síndrome muy común, no es normal sentirnos insuficientes.

¿Cómo podemos lidiar con el síndrome del impostor?

Cuando los síntomas interfieren con nuestro desempeño diario necesitamos con urgencia cambiar la dirección. Aquí les dejamos cinco formas para empezar a transitar el camino de la sanidad.

Pongamos el pensamiento intrusivo en perspectiva. Esto nos ayudará a diferenciar entre lo que  sucede y lo que pasa dentro de nuestra cabeza.

Aprendamos a tomar críticas constructivas, pero también los cumplidos.

Compartamos lo que sentimos con nuestra red de apoyo, ya que la gente que nos rodea suele tener una perspectiva más objetiva de nosotras y nosotros. Además, escuchar las experiencias de otras personas puede ayudarnos a minimizar ese tipo de sensaciones.

Escribir o expresar lo que sentimos para intentar reconocer patrones o detonantes de los que todavía no somos conscientes.

Hagamos ejercicios de respiración o meditación para trabajar la ansiedad e intentar reducirla.

Creamos en nosotras mismas

Autora: Daniela García

***

Si te gustó, también te recomendamos

Taller de Autoestima

Algunos secretos para tener mucho amor propio

Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, hagan una cita en Psicoterapia La Montaña

(Visited 183 times, 1 visits today)