Sumisa, rebelde o consciente. De la serie “Para amar nuestros cuerpos”. Ante los cambios en nuestros cuerpos hay muchas reacciones. ¿Cuáles son?
Escrito por: Tere Díaz
Tiempo de lectura: 4 minutos
Los tratados sobre el cuerpo y la belleza no mencionan los cuerpos de las mujeres viejas o en proceso de envejecimiento. Nuestros cuerpos cambian con la edad, van adquiriendo formas, texturas y posturas que no son las de antes. No mejores ni perores: diferentes, propias de un cuerpo maduro.
¿Qué posición asumimos ante el cuerpo transformado por la edad?
1. Caemos ante la narrativa cultural del deterioro, la pérdida, el declive y decimos que nos sentimos mayores, enfermas, cansadas y asexuales, y que “ya no estamos en edad para eso”.
2. Predicamos la teoría del envejecimiento exitoso o del no-envejecimiento, y afirmamos que estamos estupendas, alegres, fuertes, sexuales y activas.
Es decir, o llegamos derrotadas antes de empezar y nos desanimamos; o nos anclamos en que la juventud es la única medida, no permitimos el paso del tiempo y nos entregamos a una guerra contra nuestros cuerpos cambiados y cambiantes, predicando una falsa alegría y una actividad sin límites, aunque nos lleva a un cansancio extremo.
Ambas posiciones suponen estereotipos sobre el envejecimiento y la desvalorización social de las personas mayores: una desde la sumisión, otra desde la rebeldía, pero ninguna reconoce que nuestros cuerpos se transforman, y evolucionan con los cambios naturales que se han dado en nuestra vida.
Hablemos de nuestros cuerpos cambiados, mirémoslos con cariño y curiosidad, dejemos nuestro enfado a un lado, y trabajemos en ellos y por ellos. Cuando somos capaces de reconocer estos cambios, retamos el discurso de la eficiencia y del rendimiento de la actividad, considerados como la única manera de estar significativamente en el mundo. Tener otras capacidades o las mismas de siempre en diferentes intensidades y utilidades es reconocerse otra, la misma, pero cambiada. Ni mejor ni peor, la misma, pero diferente.
CONFERENCIA: YO SOY MI PROYECTO DE VIDA