¿Síndrome del impostor?, ¡Identifícalo!

Te comparto una una anécdota personal.

Yo, la mayor de una familia de 4 mujeres.

Mi mamá murió cáncer de pecho a sus 48, mis 21.

Mi papá murió hacer 2 años, de 90 recién cumplidos, de COVID-19.

Siempre nos dijo que era hermoso tener 4 hijas mujeres, pero siempre…

Recuerdo la primera vez que fui a terapia, a mis 35, el terapeuta me dijo…

“Y sí, mi mamá no pudo con él”.

Recuerdo también a los 14 años haber pensado, si tuviera un hermano hombre… o si fuera hombre.

Y recuerdo mil cosas más, siendo muy afortunada en muchos sentidos, donde con todo y mi 1.80 de estatura, me tenía que hacer chiquita para caber… Me ha tomado tiempo, terapia, y gente que me devuelve con su mirada y reconocimiento, crecer y desarrollarme, expandirme y disfrutar con ser quien soy.

Todo esto me lleva a profundizar en ese tema El Síndrome del impostor

Si bien no tiene una identidad clínica, es cierto que El Síndrome del Impostor es la experiencia de sentir que no mereces los éxitos que obtienes porque en el fondo, no eres lo suficientemente buena o bueno, competente o capaz para haberlos conseguido por ti misma (o).

Es sentirte un fraude, o pensar que lo logrado lo obtuviste por casualidad y no por mérito propio. Difícilmente piensas que tu inteligencia, tu empeño, tu simpatía, son factores importantes que te llevaron a estar donde estás; atribuyendo más peso a otros factores – como la suerte,  los méritos de otros, o a la casualidad – para alcanzar tus conquistas. El síndrome del impostor incluye la sensación de no estar nunca a la altura.

Cuando tienes Síndrome del Impostor dudas acerca de tus propias habilidades y competencias, también de atravesar el miedo al fracaso, así como el mantenimiento de unas bajas expectativas de resultado, todo ello a pesar de tener pruebas de historias de éxitos.

Entre sus efectos más recurrentes, encontramos:

  • Altos niveles de estrés que afectan en ocasiones tu productividad.
  • Te lleva a postergar tareas porque temes que no te resulten.
  • Trabajas demasiado duro para justificar que tu éxito se debe a tu inmenso empeño y no a tu talento.
  • Te hace visualizarte debajo de tu potencial.
  • Generas pesimismo defensivo, no te enfocas en depositar esperanzas en ti o en tus proyectos.
  • Indefensión aprendida, te sientes incapaz de enfrentar las situaciones para cambiarlas.
  • No correa riesgos, ni te atreves a pedir un ascenso porque tienes miedo de no estar a la altura.
  • Frecuentemente tienes sentimientos de vergüenza, pequeñez y humillación.

¿A qué se debe este síndrome?

  • Estructura de carácter. Personas muy exigentes consigo mismas y tienen una lista de requisitos prácticamente imposibles de llevar a cabo. Perfeccionista, cuando no con algún trastorno obsesivo compulsivo.
  • Dinámicas familiares durante la infancia. Cuando tu hermano es ‘el inteligente’ y tu eres ‘la simpática’.
  • Diferencias salariales. La realidad de la mujer en el mundo profesional es también una causa de este síndrome.
  • Estereotipos sexuales. Si bien lo tienen tanto hombres como mujeres, el problema de muchas mujeres viene por su socialización de género.

… y si ya lo identificaste

Trabaja en tu autoestima, principalmente en tu autoconcepto, el concepto de uno mismo o auto concepto crea un conjunto de expectativas sobre lo que es posible y apropiado para nosotros. No se trata de vivir en la grandiosidad o en la irrealidad pero sí de reconocer  todos tenemos la oportunidad de conocernos, mejorarnos y aumentar nuestro bienestar y realización personal. 

¿Te gustaría profundizar en este tema?, revisa este artículo:

¿Tienes baja autoestima?

Vuélvete tu mejor versión 🚀💪

(Visited 2.605 times, 1 visits today)