Siempre que quiero ¿puedo?

Cuando pienso que todo depende sólo de mi… Siempre que quiero, puedo.

 

Escrito por: Tere Diaz

Tiempo de lectura: 4 minutos

 

Día tras día, acá y allá, escuchamos el famosísimo slogan “QUERER ES PODER”. Esta frase motivadora está llena de optimismo, energía y voluntad férrea. Cuántos no hemos caído en la creencia de que nuestro esfuerzo, intención, deseo -y por ahí, de pasadita, los post-its motivadores pegados en la pared- son la promesa anticipada de conseguir dinero, pareja, belleza y trabajo, por mencionar los logros “más cotizados” en el mercado. Por ahí le llaman perseverancia compulsiva.

 

Seguro ya te habrás dado de “topes contra la pared” y confirmado que la perseverancia compulsiva no siempre hace reales nuestros deseos y anhelos; en la vida se puede lograr mucho, pero no todo. Después de todas las terapias y cursos que he tomado y los libros de autoayuda que he escrito, claro que creo en el cambio, pero en un cambio que es un largo proceso, una transformación que requiere de resiliencia y por tanto de flexibilidad y adaptación.

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Conoce algunas  herramientas de primera mano:

  • Reconocer las realidades o circunstancias de vida que impone cada contexto: limitantes personales, situaciones precarias e injustas o incluso el azar. No reconocerlas es “sobre dotarnos” de un poder personal que termina por estrellarnos con la realidad y que puede causar que nos sobre responsabilicemos injustamente de los resultados no alcanzados
  • Ejercer una genuina auto compasión -que nunca es lástima y desprecio por uno mismo– es tener una actitud amorosa hacia las personas que somos.
  • Aceptar y distinguir que no todo lo que ocurre depende única y exclusivamente de uno mismo, ello incluye tener una visión realista de qué se puede y de qué se intenta.

 

La fuerza interna requiere de sabiduría y de un manejo oportuno del método “prueba y error”. Enfrascarnos en la espiral obsesiva de “querer es poder” es someternos a una exigencia externa y a un sacrificio despiadado y estresante, por eso dudo mucho de las prácticas de autoexplotación, extenuación y castigo para llegar a dónde uno quiere.

La existencia puede ser difícil, pero sabiéndola “malabarear” -con alegría, descanso, aceptación, colaboración, y sí, empeño, pero uno humano, razonable, conquistable– puede volverse suficientemente generosa y nos ofrece mejores resultados.

Te invito a que en adelante practiques pensar de forma realista y racional, mirando tus áreas de fortaleza y mejora, sin el estrés de pensar que querer es poder.

 

Para saber más:

  1. Contra la ansiedad
  2. ¿Para qué sirven los sentimientos?

 

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