Lo que a muchos hombres se les aplaude, a las mujeres generalmente se les condena: Hablemos de los De privilegios y diferencias en parejas 40 y 20.
Escrito por: Tere Díaz
Tiempo de lectura: 5 minutos
En el pasado, las relaciones amorosas solían estar limitadas por normas sociales que imponían restricciones en cuanto a la edad de los involucrados.
Sin embargo, en la actualidad, el amor ha superado estas barreras y ha demostrado que no existe una edad establecida para enamorarse.
Lo que no se puede olvidar
No es un tema moral el tener una pareja con diferencia significativa de edad, lo que sí constituye un asunto ético es el tema de quién tiene más poder en la relación. El poder existe, no es malo per se; lo que sí tiene un calificativo ético es el abuso del mismo.
Quien detenta mayor poder podrá hacer uso de más privilegios que le dan ventaja: para tomar decisiones, para adquirir bienes, para manipular, para terminar incluso la relación. ¿Y quién tiene más poder?
La persona que tiene más recursos de todo tipo –materiales, sociales, económicos, físicos, experienciales- (en general la persona con mayor edad) quien puede por tanto gozar de mayor autonomía, moverse en más campos de acción, incluida la posibilidad de usar o someter al cónyuge que tiene menos poder.
No sobra decir que, en una sociedad patriarcal, a los hombres se les conceden privilegios que a las mujeres se les niega.
Por tanto, el tema de género también se juega en estas relaciones: en cuestiones de pareja una mujer será más exigida estéticamente que un hombre, sobre todo si se relaciona con un hombre menor que ella.
Además, a los varones, a quienes se les aplauden las conquistas, andar con una mujer más joven se les premia, mientras que, a una mujer, “estandarte de la maternidad y la incondicionalidad” se le considerará acosadora o depredadora.
Por eso tiene mucho más mérito cultural para una mujer atravesar los paradigmas de género y permitirse, sin mucho embrollo, prejuicio y sacrificio estético, un amor joven en una etapa otoñal. Lo mismo será en el tema contrario, a una mujer joven que se relaciona con un hombre mayor de mejor posición social, se le tiende a considerar interesada y “escaladora”.
Elecciones de parejas dispares pueden potenciar sus dificultades cuando no se hacen desde la conciencia, el atractivo mutuo y la genuina decisión.
Por el contrario, la concordancia de intereses y objetivos, así como el trabajo en la madurez personal, facilitan el disfrute y permanencia en una relación así.
En el amor la edad no es duda, si la persona es madura…
LA CRISIS DE LA EDAD EN LA PAREJA