Sea cual sea el caso, la decisión de la maternidad es absolutamente personal y cada mujer la toma o la descarta de manera distinta.
Cuando una pareja empieza a plantearse un futuro con hijos, se produce una reflexión personal sobre cómo vivir el futuro.
Quizá podíamos decir que una buena mamá es esa que entiende las cosas importantes. Prioriza el vínculo con el hijo, la verdadera conexión.
Ser madre es una elección no una vocación natural ni un destino único. Todo ser humano nace de una madre, pero ninguna mujer nace con la vocación.